Todos mis test vocacionales me orientaban hacia el arte pero estudié contabilidad. A media carrera, con lágrimas en los ojos, les dije a mis padres que quería estudiar otra cosa, ellos, muy sabiamente, me dijeron que ya solo faltaban un par de años para acabar, luego de eso, estudie o haga lo que quisiera. Así fue. 

Como escritor publiqué y presenté varios libros a auditorio lleno y con ediciones agotadas en librerías.

Como modelista naval, construí más de 1000 maquetas de barcos a escala, con los cuales obtuve premios y reconocimiento a nivel mundial.

Estudié e incursioné en el mundo de la actuación y la música. Las metas se pueden realizar, si das un paso firme a la vez.

Cuando era niño, un día mi abuelo me llevó al puerto y vi unos inmensos barcos, quedé impresionado. Además, cada uno tenía nombre, vida. Años después armé mis primeras maquetas y subí las fotos a una página de modelismo. «¿Un peruano puede costear ese hobby?» leí en los comentarios. Lejos de desanimarme, busqué el récord mundial, 435 barcos.

Ya superé los 1000, decenas de premios y reconocimientos nacionales e internacionales, una pieza a la vez. Últimamente, he incursionado en la colorización y restauración de fotos antiguas de barcos. Lo único que persigo, es dejar un legado de preservación de la historia a través de estas obras para las futuras generaciones, de una manera más didáctica y contemporánea..